La metodología de la alternancia, una puerta para nuevas oportunidades

Raimundo Filho, nativo de la ciudad de Codó, MA, hijo de agricultores, tuvo la oportunidad que pocos jóvenes de las zonas rurales tienen para estudiar.

Estudié en la escuela familiar agrícola (EFA) que se encuetra en varios estados brasileños, como Amapá, Amazonas y Piauí. 
Todas ellas se basan en la metodología de la alternancia, donde pasamos 15 días en la escuela aprendiendo técnicas agrícolas y ganaderas y otras asignaturas como portugués y matemáticas, y otros 15 días en casa poniendo en práctica lo aprendido en la escuela.
La vida en el campo es muy dura: tenemos una educación de muy mala calidad, hay una falta de transporte público y hay poca perspectiva de vida.

Los jóvenes se enfrentan cada día a esta triste realidad que es a la vez una puerta de entrada al éxodo rural.

Pero los que acuden a una EFA tienen una mejor visión de su futuro en el campo.

Pero los que van a una EFA tienen una mejor visión de su futuro en el campo. La metodología de la alternancia no es sólo un estilo de educación como las escuelas tradicionales, sino que también nos enseña valores para la vida. 

Nuestros profesores asumen responsabilidades que en las escuelas tradicionales son responsabilidad de los padres, como llevar a los estudiantes al médico, motivarnos, ayudarnos con nuestros proyectos.
Veo esta metodología como un incentivo para mis sueños. Ahora puedo ver otras oportunidades para mi futuro, como estudiar veterinaria, perspectivas laborales y aportar avances a mi comunidad y a la sociedad en general. 

Hoy tengo un círculo amplio de amigos que voy a llevar conmigo el resto de mi vida, y puedo desarrollar mi propio negocio y tener una forma de vida más digna y rentable en el campo.
Hoy puedo decir que estoy preparado para superar las incertidumbres de la vida y los distintos obstáculos, porque la EFA me ha demostrado que no hay límites.

Enseñar no es sólo transferir conocimientos, sino también crear las posibilidades para su propia producción o construcción. 
 

Traducido por Ana Irazú Alfaro Molina